dimarts, de juliol 01, 2008

Un satélite HISPASAT llevará la RASD TV (La Vanguardia)

Os reprodueixo una notícia, què és important perque semblava que els sahrauís teníen, com qualsevol altre poble, llibertat d'expressió, però es veu que no, que a més d'exiliats t
ampoc ténen dret a expressar el seu punt de vista.

La notícia ha estat certa fins que ha aparegut la notícia de LA VANGUARDIA, sino conecteu amb la frecuencia 11.616-H MHz del satélite Hispasat 1D.

Els podem enviar tonelades de menjar, construir hospitals i a canvi han de mantenir-se callats?
És això el que pensa el govern d'Espanya?
Espanya, la que diu tenir un president democràtic, que pot gaudir d'un partit de futbol, li nega la llibertat d'expressió als sahrauís?


Carla Fibla | Rabat. Corresponsal | 30/06/2008 | Actualizada a las 03:31h
La emisión será posible gracias a la colaboración de asociaciones españolas

Con la capacidad de supervivencia que caracteriza al pueblo saharaui se ultiman los preparativos para la emisión por satélite de TV RASD, la televisión de la República Árabe Saharaui Democrática, que no emitirá con la ayuda de Argelia, sino con la de la sociedad civil de España.

En la frecuencia 11.616-H MHz del satélite Hispasat 1D, la televisión saharaui llegará no solamente a los campamentos donde viven desde 1975 más de 160.000 refugiados saharauis, sino también al Sahara Occidental y al eterno enemigo: Marruecos.

"Hemos estado un año emitiendo vía terrestre pero no lográbamos cubrir todos los campamentos, los saharauis pueden ver con sus antenas parabólicas las televisiones árabes como Al Yazira, incluso la televisión regional de la RTM (televisión pública marroquí) y no tienen acceso a su propia televisión", explica en una conversación telefónica desde Rabuni, la sede administrativa del Frente Polisario en Argelia, Mohamed Salem Laabeid, director de TV RASD.

Faltan cámaras para que los cuatro campamentos puedan tener producción propia, mesas para mezclar sonido e imagen, transmisores, pero la frecuencia de Hispasat (participado mayoritariamente por Abertis y por diversos organismos públicos españoles) ya está adjudicada y los más de 6.000 euros que pagan al mes presionan para que empiece a estar operativa cuanto antes.

"No nos financia ningún país en concreto, la televisión saharaui será posible gracias a las asociaciones de Amigos del Pueblo Saharaui de Sevilla y Euskadi y de donaciones de TV3", explica Laabeid, que en estos momentos está formando a parte de las veinte personas de su equipo: "Estamos definiendo el contenido, queremos hacer informativos de treinta minutos, programas políticos con debates, culturales". Empezarán emitiendo una hora y en unos meses la intención es alcanzar cuatro horas en las que la televisión servirá para educar, como enlace entre "los territorios ocupados"

(Sahara Occidental) y los campamentos, y para difundir un mensaje político sobre los objetivos y directrices del Frente Polisario. "En 2003 la población presionó para que existiera una televisión saharaui que hable desde dentro del conflicto. Queremos transmitir nuestro propio mensaje, contar lo que piensa la gente, mostrar nuestros debates", añade Laabeid.

Internet será fundamental para la recepción de información desde el Sahara Occidental, donde pretenden establecer una red de corresponsales, y desde España, para que el contacto entre los que luchan para que no se olvide el conflicto y los que lo sufren a diario sea permanente.

Marruecos guarda silencio ante la transformación de lo que empezó siendo una televisión sin medios en medio del desierto. Fuentes oficiales del Ministerio de Asuntos Exteriores restan importancia a la posible trascendencia de emisiones que tendrán que competir con la profesionalidad de cadenas árabes asentadas. Seguirán la evolución del atrevido proyecto a la vez que controlarán el fenómeno que puede surgir ante el contacto diario entre saharauis a ambos lados del muro del Sahara. Y sobre el posible efecto negativo sobre las relaciones bilaterales, porque desde España se ha contribuido a que la emisión satélite de TV RASD sea una realidad, Marruecos comprobará primero si puede seguir controlando la situación en lo que consideran "sus provincias del sur".