Sabeu que l'art, és una de les meves debilitats i més quan les propostes sobre art coincideixen amb el que crec que ha de ser.
Avui, quan l'art s'ha convertit, amb molt honroses excepcions, una mercaderia més, en aquest mon occidental nostre, cal recordar que els més importants moviments artístics han tingut sempre un fort component ideològic.
A ningú se li pot escapar el component nacionalista i contemporani, compromès en la modernització de les respectives societats del noucentisme o de Marinetti i del seu futurisme. Tampoc hauríem d'oblidar el compromís polític dels autors que agrupats sota el cubisme o després del surrealisme o de l'expressionisme, com en el cas de Picasso, Braque, Juan Gris, Paul Klee, André Breton, Buñuel, Louis Aragon, Tristan Tzara i d'altres, estaven vinculats al moviment obrer, al Partit Comunista ... a la tradició de tots aquells que tenim preocupacions socials.
Aquesta preocupació social, no pot ser oblidada pel moviment d'alliberament sahrauí, aquesta és la idea d'ARTIFARITI. Aquesta és la idea d'aquells que creiem en un mon més solidari, en un mon MÉS SOSTENIBLE.
Us haureu d'acostumar a la paraula SOSTENIBLE, perque en la seva arrel, està la veritable SOLIDARITAT. No podem oblidar que el respecte a la nostra Terra, al Medi Ambient, té arrels socials i econòmiques. Com l'art ... com la llibertat de les persones i dels pobles ...
Us deixo amb els plantejaments d'ARTIFARITI
“Amigos de ARTifariti” apoya la idea del arte como lenguaje-herramienta para reivindicar el respeto a los derechos humanos y, en especial, al derecho de las personas y los pueblos a su tierra, su cultura, sus raíces y su libertad. Nace a raíz de los I Encuentros de Arte en los Territorios Liberados del Sahara Occidental que reunirá a artistas de diversas partes del mundo para desarrollar una experiencia creativa in situ en un lugar llamado Tifariti. Esta convocatoria pretende ser la semilla de otras actividades culturales que apuesten por creadores implicados en los problemas sociales y generen un espacio donde formas y mensajes convivan y se retroalimenten y donde, validando la relación del arte con el público, la comunicación transcienda el hecho artístico en sí mismo. Tifariti es una pequeña aldea situada en el Sahara Liberado. Durante la colonización española fue un pequeño poblado alrededor de un acuartelamiento militar.
Un muro de arena de 2.700 km de largo, con puestos militares cada 4 km, separa los territorios ocupados por Marruecos de la zona liberada por el Frente Polisario. Por el lado saharaui, el ejército marroquí ha sembrado un campo minado de mil metros de anchura a lo largo del muro, una línea de muerte dibujada por 3 millones de minas. A 50 km del muro está Tifariti, escenario de grandes batallas entre los ejércitos marroquí y saharaui hasta que quedó en manos del Polisario. Fue bombardeada por la aviación marroquí el mismo día de la entrada en vigor del alto el fuego de 1991 y constituye un símbolo de la resistencia saharaui frente a la colonización marroquí. Hoy el pueblo saharaui apuesta por la cultura como herramienta, como arma para defender su causa.
Tifariti se encuentra localizada en una meseta desértica y pedregosa, donde comienza hacia el interior la Hamada, con poca vegetación, aunque bajo la superficie existen algunas bolsas naturales de agua. El paisaje de toda la zona es de una gran belleza, con un clima más suave que en otros lugares del desierto y dibujado por pequeñas colinas y rocas sueltas de impresionante tamaño y belleza. En épocas de lluvia el suelo se cubre de flores y trufas. Por temporadas, en los alrededores de Tifariti, se asientan las jaimas de los nómadas. En el pasado fue una sabana africana de la que queda huella en las pinturas rupestres conservadas en el complejo arqueológico de Erqueyez.
El arte regresa hoy a Tifariti para reivindicar la dignidad de los pueblos frente a los muros de la vergüenza. Tomando el relevo a otros habitantes de la zona que en el Neolítico plasmaron en pinturas testimonios de su historia, su forma de vida, sus miedos, inquietudes y sueños, quiere a través del Arte lanzar al mundo un mensaje en defensa de los derechos humanos. ARTIFARITI pretende ser un desafío, un acto cultural reivindicativo como los que se desarrollaron frente a otros muros de la vergüenza (Berlín, Palestina…). Una ciudad marcada por la guerra quiere resurgir como símbolo de esperanza para los saharauis y para otros pueblos que reivindican dignidad.
Avui, quan l'art s'ha convertit, amb molt honroses excepcions, una mercaderia més, en aquest mon occidental nostre, cal recordar que els més importants moviments artístics han tingut sempre un fort component ideològic.
A ningú se li pot escapar el component nacionalista i contemporani, compromès en la modernització de les respectives societats del noucentisme o de Marinetti i del seu futurisme. Tampoc hauríem d'oblidar el compromís polític dels autors que agrupats sota el cubisme o després del surrealisme o de l'expressionisme, com en el cas de Picasso, Braque, Juan Gris, Paul Klee, André Breton, Buñuel, Louis Aragon, Tristan Tzara i d'altres, estaven vinculats al moviment obrer, al Partit Comunista ... a la tradició de tots aquells que tenim preocupacions socials.
Aquesta preocupació social, no pot ser oblidada pel moviment d'alliberament sahrauí, aquesta és la idea d'ARTIFARITI. Aquesta és la idea d'aquells que creiem en un mon més solidari, en un mon MÉS SOSTENIBLE.
Us haureu d'acostumar a la paraula SOSTENIBLE, perque en la seva arrel, està la veritable SOLIDARITAT. No podem oblidar que el respecte a la nostra Terra, al Medi Ambient, té arrels socials i econòmiques. Com l'art ... com la llibertat de les persones i dels pobles ...
Us deixo amb els plantejaments d'ARTIFARITI
“Amigos de ARTifariti” apoya la idea del arte como lenguaje-herramienta para reivindicar el respeto a los derechos humanos y, en especial, al derecho de las personas y los pueblos a su tierra, su cultura, sus raíces y su libertad. Nace a raíz de los I Encuentros de Arte en los Territorios Liberados del Sahara Occidental que reunirá a artistas de diversas partes del mundo para desarrollar una experiencia creativa in situ en un lugar llamado Tifariti. Esta convocatoria pretende ser la semilla de otras actividades culturales que apuesten por creadores implicados en los problemas sociales y generen un espacio donde formas y mensajes convivan y se retroalimenten y donde, validando la relación del arte con el público, la comunicación transcienda el hecho artístico en sí mismo. Tifariti es una pequeña aldea situada en el Sahara Liberado. Durante la colonización española fue un pequeño poblado alrededor de un acuartelamiento militar.
Un muro de arena de 2.700 km de largo, con puestos militares cada 4 km, separa los territorios ocupados por Marruecos de la zona liberada por el Frente Polisario. Por el lado saharaui, el ejército marroquí ha sembrado un campo minado de mil metros de anchura a lo largo del muro, una línea de muerte dibujada por 3 millones de minas. A 50 km del muro está Tifariti, escenario de grandes batallas entre los ejércitos marroquí y saharaui hasta que quedó en manos del Polisario. Fue bombardeada por la aviación marroquí el mismo día de la entrada en vigor del alto el fuego de 1991 y constituye un símbolo de la resistencia saharaui frente a la colonización marroquí. Hoy el pueblo saharaui apuesta por la cultura como herramienta, como arma para defender su causa.
Tifariti se encuentra localizada en una meseta desértica y pedregosa, donde comienza hacia el interior la Hamada, con poca vegetación, aunque bajo la superficie existen algunas bolsas naturales de agua. El paisaje de toda la zona es de una gran belleza, con un clima más suave que en otros lugares del desierto y dibujado por pequeñas colinas y rocas sueltas de impresionante tamaño y belleza. En épocas de lluvia el suelo se cubre de flores y trufas. Por temporadas, en los alrededores de Tifariti, se asientan las jaimas de los nómadas. En el pasado fue una sabana africana de la que queda huella en las pinturas rupestres conservadas en el complejo arqueológico de Erqueyez.
El arte regresa hoy a Tifariti para reivindicar la dignidad de los pueblos frente a los muros de la vergüenza. Tomando el relevo a otros habitantes de la zona que en el Neolítico plasmaron en pinturas testimonios de su historia, su forma de vida, sus miedos, inquietudes y sueños, quiere a través del Arte lanzar al mundo un mensaje en defensa de los derechos humanos. ARTIFARITI pretende ser un desafío, un acto cultural reivindicativo como los que se desarrollaron frente a otros muros de la vergüenza (Berlín, Palestina…). Una ciudad marcada por la guerra quiere resurgir como símbolo de esperanza para los saharauis y para otros pueblos que reivindican dignidad.
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